Instruccionario para hablar de amor. Abel Velasquez. (parte 3)

Salga hasta donde la ventana le permita sentir la humedad o el frío de la madrugada larga.
Impregne ese sabor de oscuridad en su rostro y mire hacia arriba.
Seleccione un par de estrellas y nómbrelas como quiera, como se le ocurra.
Deje que la noche le lleve hasta la punta de una de sus estrellas y lo deje caer.
Lleve consigo una copa de vino tinto y si puede, claro que es preferible, lleve a su mujer.
Y no diga nada.
 

Empate las respiraciones hasta que sienta que ella tampoco necesita hablar.
Toque con la punta de sus dedos el borde de la estrella que ha seleccionado y deje que ella seleccione las dos que considere propias.
Espere a que la justicia les permita mirar la misma y entonces bésela.
Y no diga nada.
Deje que la noche hable por usted.
Que interceda.
Y sólo entonces en silencio diga "gracias".

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

You May Also Like

Imaginantes. Por falta de Palabras. Haruki Murakami.

Aquí les dejo el video del cuento anterior espero les guste, y…

ERASE UNA VEZ………

Erase que se era en el país del nunca jamás vivía una princesa que soñaba en el día que llegara su principe azul a rescatarla del encierro del castillo que la tenía tan aburrida

Recuerda a quienes sirves

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño…

Las estrellas de mar

Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; una…