Lanzándose desde una cima, un águila arrebató a un corderito. La vio un cuervo y tratando de imitar al águila, se lanzó sobre un carnero, pero con tan mal conocimiento en el arte que sus garras se enredaron en la lana, y batiendo al máximo sus alas no logró soltarse.

Viendo el pastor lo que sucedía, cogió al cuervo, y cortando las puntas de sus alas, se lo llevó a sus niños. Le preguntaron sus hijos acerca de que clase de ave era aquella, y él les dijo: – Para mí, sólo es un cuervo; pero él, se cree águila.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

You May Also Like

El pintor

El monarca de un lejano reino de las montañas llamó al mejor…

El águila que nunca fue

Un guerrero indio encontró un huevo de águila en el tope de…

Cambiar yo para que cambie el mundo

El sufí Bayazid dice acerca de sí mismo: «De joven yo era…

la entrega

Si quieres obtener el máximo beneficio de cualquier situación, tienes que estar…