Un día, mientras caminaba a través de la selva, un hombre se topó con un feroz tigre. Corrió, pero pronto llegó al borde de un acantilado. Desesperado por salvarse, bajó por una parra y quedó colgando sobre el fatal precipicio.

Mientras estaba ahí colgado, dos ratones aparecieron por un agujero en el acantilado y empezaron a roer la parra.

De pronto, vio un racimo de frutillas en la parra. Las arrancó y se las llevó a la boca… ¡Estaban increíblemente deliciosas!

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