¿Karma? ¡Qué sofisticada palabra!
Siendo tan sencillo llamarla CAUSA-EFECTO.
Desde tiempo inmemorial, la Biblia señala… ”Lo que siembras cosechas”.
Sócrates lo llamó la Ley de Causa y Efecto. Newton y su 3ª Ley de Física:
“A toda causa corresponde una reacción de igual magnitud pero en sentido inverso”.
Te desvelo “el secreto”, has construido y bordado cada segundo en inconsciencia ese fantasma indomable que llamas karma.
Qué cómoda e irresponsable actitud ante la vida tener a quién culpar y llamarlo “destino”.
La palabra Karma es una incorporación lingüística del idioma hindú mal interpretada y traducida a premio y castigo.
La debía… es su karma. Pobre, qué destino… es su karma.
Compasión que te impide crecer y hacerte cargo de ti mismo.
Si estás a disgusto con lo que la vida te ofrece… analiza detenidamente qué le otorgas tú a la vida.
Honestamente, sin karmas, te invito a compartir tu diálogo en este espacio.
¿Qué siembras cada día?
¿Cómo será tu cosecha?
Pregúntate constantemente:
¿Qué es lo que va a pasar con este paso que voy a dar?
Yo creo que no hay porque cargar con un castigo infinito impuesto por ti o por alguien mas; al diablo con el karma, ya que podemos si nos lo proponemos ser mejores y corregir nuestros errores y no por alguien mas, sino por nosotros mismos. Por ejemplo, por estas fechas cercanas al 14 de Febrero, si pediste perdon de corazon y aun asi no te quieren perdonar, perdonate tu y cambia lo malo que hayas hecho, porque al final de cuentas a quien realmente debes agradar es a ti mismo, quierete y apapachate hoy y siempre, nutre tu vida con buenas acciones y veras como atraes a buenas personas que te ayudaran a ser mejor.
tienes toda la razon gracias por tu aporte 🙂