El amor provoca el deseo de estar solo
«El hombre mundano sólo conoce una parte de la polaridad; de ahí su desdicha. Sólo conoce el calor; no conoce la balsámica frescura de ser un Buda. Y el monje sólo conoce la frialdad, no conoce la euforia, el éxtasis, la emoción, la inmensa celebración de vivir en una ardiente pasión….
Bajo mi punto de vista, no hay necesidad de elegir. Deja de elegir y verás el juego de las polaridades. Ambos extremos del espectro son tuyos, y ambos tienen que ser vividos. Sí, tienes que volverte profunda, intensa, auténticamente apasionado, pero también tienes que volverte frío, silencioso, tranquilo. Tienes que amar y también tienes que meditar. La meditación y el amor no deberían estar separados, deberían estar juntos, como los valles y las montañas. La montaña tiene su belleza, sus cumbres soleadas y su nieve virgen….; y la pureza de su aire, su cercanía a las estrellas…. parece como si pudieras susurrarles al oído. Pero el valle también tiene su belleza, su oscuridad y su textura aterciopelada, su oscuridad y su inmensidad, su oscuridad y su misterio, la sombra de los árboles, el murmullo de las corrientes de agua. Ambas cosas son hermosas….
La vida existe en polos opuestos, y es una forma maravillosa. Si amas, para tu sorpresa, del amor pronto surgirá un gran deseo de estar solo. Todos los amantes lo sienten. Si no lo has sentido es porque no has amado, porque tu amor ha sido tibio; no ha sido realmente apasionado. Si lo hubiera sido, habría surgido un gran deseo de estar solo, de tener tu propio espacio, de ir hacia adentro, de caer, de desaparecer hacia dentro, porque el amor, cuando es tan apasionado, te cansa, te agota, te vacía. Y vaciarse es maravilloso, pero luego empiezas a sentir que necesitas nutrirte.
¿Y dónde obtendrás ese alimento? Simplemente, yendo hacia dentro, escapándote hacia tu interior, cerrando los ojos al mundo y olvidándote por completo de los demás. En esos momentos de interioridad tu energía se recarga, vuelves a sentirte lleno de nuevo. Luego, estás demasiado lleno, y de ese exceso, surge el desbordamiento; entonces tienes que encontrar a alguien que esté dispuesto a compartir tu energía, a compartir tu canción, a bailar contigo. De esa soledad, surge un gran deseo de estar con alguien. Ese es el ritmo….
Esta es una de las verdades que todo el mundo tiene que aprender. Los amantes no lo saben, así que cuando quieren estar solos, se sienten culpables. Cuando una de las dos personas quiere estar sola, la otra se siente rechazada. Es un gran malentendido….
Cuando le dices a tu amante o a tu amado: «Quiero estar solo unos días, me gustaría pasar unas semanas solo en el campo», no puede entenderlo, porque nadie le ha explicado el hecho fundamental de que el amor provoca el deseo de estar solo….
Acepta la vida en su totalidad. Tanto la pasión fogosa como la refrescante compasión son buenas. Deja que ambas sean tus dos alas; no te cortes un ala, porque entonces nunca podrás emprender el vuelo eterno, el vuelo del solitario al solitario….
Observa tus propias experiencias y te darás cuenta de que lo que estoy diciendo es cierto, porque lo que estoy diciendo no son ideologías, son hechos».
Osho, Bienestar emocional
Interesante post, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)
lo que a dicho es la pura y santa verdad
de que el amor provoca el deseo de ser libre y de querer estar solo