Casi siempre tiendo olvidar que hay personas sin emociones ni sentimientos positivos que andan por ahí esperando ver algo que no entran en sus esquemas para no perder la ocasión de hacer daño a los demás!
Sin embargo no soy perfecta no soy Dios para ir juzgando, finalmente cada quien se maneja como quiere en la vida, es la gran dicha de ser libres, sin embargo ser libres no significa no asumir la responsabilidad de nuestros actos, no reconocer el daño que podemos generar en otras personas.

Mentir es para muchas personas su modus vivendi, la mentira es una forma de eludir la realidad y por tanto la responsabilidad que tendría el afrontar la verdad de alguna cosa. Muchos trastornos psicológicos llevan asociada la mentira como forma de evitación de circunstancias«. La expresión máxima de ella seria la mitomanía: aquellos que inventan una realidad totalmente ficticia, que representan a su propio personaje y mienten para mantenerlo.
Y sinceramente decir la verdad también puede generarnos problemas pero tengan por seguro que al menos dormimos sin remordimiento, vivimos en una sociedad que no les gusta tanto la verdad que prefieren las famosas mentiritas piadosas.
Al inventar defectos o hacerlos más grandes en una persona, ocultamos el enojo o la envidia que tenemos. Con aires de ser “buenas personas” «francos» o «sinceros», decimos con facilidad los errores que comenten los demás, mostrando lo ineptos o limitados que son. Se tiene la tendencia a mostrar una personalidad ficticia: inteligentes, simpáticos, educados, de buenas costumbres… En este momento viene a nuestra mente el viejo refrán que dice: «dime de que presumes… y te diré de que careces»; gran desilusión causa el descubrir a la persona como era en la realidad, alguna vez hemos dicho o escuchado: «no era como yo pensaba», «creí que era diferente», «si fuese sincero, otra cosa sería»…
Cabe enfatizar que «decir» la verdad es una parte de la Sinceridad, pero también «actuar» conforme a la verdad, es requisito indispensable.
El mostrarnos «como somos en la realidad«, nos hace congruentes entre lo que decimos, hacemos y pensamos, esto se logra con el conocimiento y la aceptación de nuestras cualidades y limitaciones,
La persona sincera dice la verdad siempre, en todo momento, aunque le cueste, sin temor al qué dirán. Vernos sorprendidos en la mentira es más vergonzoso.
Al ser sinceros aseguramos la amistad, somos honestos con los demás y con nosotros mismos, convirtiéndonos en personas dignas de confianza por la veracidad que hay en nuestra conducta y nuestras palabras. A medida que pasa el tiempo, esta norma se debe convertir en una forma de vida, una manera de ser confiables en todo lugar y circunstancia.
La sinceridad es la virtud de la franqueza, es el amor y el respeto por lo veraz. La persona sincera actúa siempre de buena fe y mantiene una coherencia entre sus palabras y sus actos. Es contrario a la mentira, a la duplicidad y a la hipocresía. Hay ocasiones en las que no nos gusta lo que oímos del amigo sincero, pero si tienes la suerte de contar con una amistad así, cuídala, es una joya. Aunque a veces se equivoque, nos haga daño y parezca injusto, porque, obviamente, la sinceridad excluye la mentira no el error. Puedes cometer tambien un error no siendo sincero…luego pensarlo bien…y afrontarlo con honestidad y sinceridad, sacando las causas que te llevaron a nò decir en primera instancia la verdad, a cometer el error
Es triste que exista gente que quiera dañar a otras por sus frustaciones, por que no es feliz y por eso se queda atorada en la envidia.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...