Ian Lancaster Fleming (Londres, 28 de mayo de 1908-Canterbury, 12 de agosto de 1964) fue un escritor, periodista y oficial de inteligencia británico, conocido por ser el creador de la serie de novelas de espías protagonizadas por James Bond.
Señor Bond; en Chicago tienen un proverbio: «Una vez es casualidad; dos, coincidencia; y la tercera vez… una acción hostil».
¿Qué vamos a hacer? -preguntó con ansiedad-. ¿De qué va todo esto? -Nos quieren liquidar -respondió Bond con calma-. Así que debemos mantenernos con vida.
En mi profesión -dijo-, cuando me tropiezo con un hombre como ése, tengo otra divisa: «vive y deja morir».
Se sentó al lado en el asiento que había dejado y observó a los suburbios de Filadelfia, en sus sombrías llagas y extraños rincones.
Cuando las posibilidades no están a favor, haz que lo estén.
En el contexto de esta etapa luminosa y brillante, se puso de pie en el sol y sintió que su misión de ser incongruente y remoto y oscuro de su profesional atentaba con la de sus compañeros.
Si uno fracasa en las cosas importantes, es porque no tiene grandes ambiciones. La concentración, el interés; eso es lo que importa. Las aptitudes aparecen, las herramientas se forjan por sí solas.
Pero soy voraz con la vida. Hago demasiado de todo durante todo el tiempo. De repente, un día me fallará el corazón. El Cangrejo de Hierro me llevará como se llevó a mi padre. Pero yo no le tengo miedo al cangrejo. Al menos habré muerto de una enfermedad honorable. Tal vez, en mi lápida, inscriban: Este hombre murió a fuerza de vivir demasiado.
Pero ¿Qué podría hacer provechoso aquí, sin ninguna espía hermosa a la que hacer el amor?
En mi profesión -dijo-, cuando me tropiezo con un hombre como ése, tengo otra divisa: «vive y deja morir».
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