LA BÚSQUEDA DEL SABIO

El abad Abraham supo que cerca del monasterio de Sceta había un sabio. Fue a buscarlo y le preguntó:
– Si hoy encontrara usted una bella mujer en su cama, ¿conseguiría pensar que no es una mujer?
– No-, le respondió el eremita-, pero sabría controlarme.

El abad continuó: – ¿Y si descubriera monedas de oro en el desierto, podría contemplar este oro como si fueran piedras? – No. Pero sabría controlarme para dejarlo en su lugar.

Insistió Abraham:
– Y si a usted lo buscaran dos hermanos, uno que lo odia y otro que lo ama, ¿lograría pensar que los dos son iguales?

Dijo el ermitaño: – Aunque sufriera, trataría al que me ama de la misma manera que al que me odia.

Aquella noche, al regresar a su monasterio de Sceta, Abraham le comentó a sus novicios:

– Les voy a explicar lo que es un sabio. Es aquel que en lugar de matar sus pasiones, consigue controlarlas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

You May Also Like

GANDHI FRENTE A LA IGLESIA

GANDHI FRENTE A LA IGLESIA En su autobiografía, Mohandas Gandhi cuenta que,…

El lobo con piel de oveja

Pensó un día un lobo cambiar su apariencia para así facilitar la…

El perrito cojo

El dueño de una tienda estaba poniendo en la puerta un cartel…

El burro cantante

Una vez, llegó a la selva un búho que había estado en…