Los nervios se me adhieren
al barro, a las paredes,
abrazan los ramajes,
penetran en la tierra,
se esparcen por el aire
hasta tocar el cielo.


El mármol, los caballos,
tienen mis propias venas.
Cualquier dolor lastima
mi carne, mi esqueleto.
¡Las veces que me he muerto
al ver matar a un toro!…

Si diviso una nube
debo emprender el vuelo.
Si una mujer se acuesta
yo me acuesto con ella.
Cuántas veces me he dicho
¿seré yo esa piedra?

Nunca sigo a un cadáver
sin quedarme a su lado.
Cuando ponen un huevo
yo también cacareo.
Basta que alguien me piense
para ser un recuerdo.

 

Oliverio Girondo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

You May Also Like

Poema numero 20 (xx) (Pablo Neruda)

Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: ”…

Gustavo Alejandro Castiñeiras. Poema de un Recuerdo

Dime por favor donde no estás en qué lugar puedo no ser…

a mi no me culpes de tu dolor………

Yo no tengo la culpa de tu dolor si acaso, tendre culpa del mio

Los amorosos – Jaime Sabines (video)

Los amorosos – Jaime Sabines (video) Los amorosos callan. El amor es…